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Los problemas asociados al suelo pélvico son molestos en el dia a día. Pero prevenirlos o reducir su impacto puede ser fácil gracias a unos ejercicios muy sencillos
Son cada vez más las horas que pasamos sentados frente al ordenador o viendo la televisión, y menos las horas que dedicamos a cuidar nuestro cuerpo. Para la mujer esta situación puede afectar de una forma que en los hombres no suele ocurrir. Hablamos del suelo pélvico. Esta zona abdominal es la primera afectada por la escasez de ejercicio, embarazo y maternidad. Pero también afecta directamente al suelo pélvico la llegada de la menopausia.
La realidad es que 1 de cada 3 mujeres tiene algún problema asociado al suelo pélvico, por lo que se ha convertido en un problema muy real y que debemos saber como afrontar. El caso es que las propias afectadas no tienen información sobre el tema y no saben a quién acudir para solucionarlo. Muchas veces ni siquiera saben que determinados problemas pueden solucionarse fortaleciendo el suelo pélvico.
Incontinencia urinaria: Nos referimos a pequeños ‘escapes’ de orina que pueden ocurrir cuando nos reímos, cuando corremos, saltamos y hasta cuando tosemos o estornudamos. El origen puede ser muy diverso, desde tos crónica, embarazo, las lesiones del parto y hasta el sobrepeso.
Prolapso genital: El prolapso genital es la caída o desprendimiento de los órganos genitales, es decir, útero y vejiga. Existen diferentes grados. Se produce porque el suelo pélvico está muy debilitado.
Molestias durante las relaciones íntimas: Si el suelo pélvico no tiene la tensión adecuada, las relaciones sexuales pueden volverse muy dolorosas para la mujer. Cuando el suelo está en perfecto estado, las molestias pueden desaparecer por completo.
¿Cómo prevenir los problemas de suelo pélvico?
Cada mujer es un mundo, y cada suelo pélvico también. Pero antes de llegar a sufrir los posibles problemas por debilitamiento de suelo pélvico podemos citar algunas formas de prevenirlo.
Como el embarazo suele ser la principal causa de estos problemas de suelo pélvico nos centraremos en estos casos. Aunque cabe recordar que estos ejercicios son igualmente válidos para fortalecer el suelo pélvico de una mujer no embarazada.
- Ejercicios Kegel durante el embarazo: Ideados por el doctor Arnold Kegel, estos ejercicios consisten en contraer y relajar el músculo pubococcígeo para aumentar la fuerza y resistencia del suelo pélvico.
- Gimnasia hipopresiva durante el embarazo y el postparto: Se basa en contraer los músculos del abdomen con ayuda de la respiración. Fortalece el abdomen y en especial, el suelo pélvico.
- Pilates para embarazadas: Realizar sesiones de Pilates Preparto enfocadas a movilizar la pelvis para facilitar la dilatación durante la primera fase del parto, tonificar y estirar el piso pélvico, así como ejercicios para mantener el cuerpo en buena forma.
Si no sabes exactamente qué tipo de actividades realizar en tu caso, puedes contactar con un especialista en suelo pélvico para que te oriente sobre tus necesidades.