¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Miguel Ángel Córdoba escriba una noticia?
Artículo corto introductorio sobre la homofobia en España, sirviendo así como base y punto inicial de debates sobre igualdad y libertad. Servirá además para la redacción de próximos artículos
La homofobia, término que, en la actualidad, en el año 2019, es uno de los términos más escuchados en todos los ámbitos, aunque se destaca su presencia en noticias, y en artículos, y poco a poco más en artículos educativos a partir del inicio del nuevo siglo. Sin embargo, con la proximidad a la que estamos de las elecciones del 10-N, también estamos viviendo como términos como “libertad de amar”, “igualdad”, “discriminación” y “LGTB” están poco a poco calando también en discursos políticos, algo que, hace cincuenta años estaba mal visto, pero ahora muestra un claro avance y progreso en la historia universal. Es importante destacar que hace cincuenta años los niveles de homofobia eran increíblemente altos, hasta el punto de ser un tema tabú, asesinar a personas homosexuales, y afectar esto a todas esas personas que ahora tienen voz en su casi totalidad libre, y que vivimos una realidad mucho más libre y respetuosa. Debemos decir entonces que la homofobia está en su apogeo, es una verdad como un templo, pero no el hecho de la homofobia, que se encuentra mucho mejor que hace cincuenta años, sino el propio término.
La homofobia es definida por el Diccionario de la Real Academia Española como la aversión hacia la homosexualidad o las personas homosexuales. Según el Instituto Nacional de Estadística en su informe sobre delitos de odio informa de 330 casos de delito de odio denunciados, la mayoría siendo amenazas, lesiones, daños y trato degradante. Es decir, por ser libre de amar, y por decidir amar a un hombre, o a una mujer, independientemente de tu género, ocurren al año 330 casos de delito de odio. ¿Ven esto, señores lectores, señoras lectoras, normal? ¿Dónde están los límites del término de “libertad”? La homofobia se considera en sí una forma de discriminación que niega la igualdad de derechos, que niega la dignidad humana, que niega la libertad de expresión, y que promueve la violencia. ¿Desean más definición? Es un conjunto de estigmas inmerecidos, prejuicios desventajosos, estereotipos enraizados, pero, como dato más importante, tabúes aceptados acríticamente, que disminuyen la esperanza de vida, la libertad, la seguridad en nuestras calles, y el acceso a distintos servicios que se ven limitados por un personal homófobo, incluyendo los abusos de la autoridad. La homofobia rompe familias, señores lectores, señoras lectoras, y legitima la ley del más fuerte, la superioridad, y, lo más importante, niega la igualdad en derechos y la desigualdad, algo que consta en nuestra Constitución Española en el Artículo 14, y que está siendo desobedecido y apenas castigado (C.E., Art. 14, “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”). Gracias a nuestro esfuerzo, y para la defensa de las personas homosexuales, encontramos ya asociaciones que defienden a este colectivo sin ningún tipo de miedo, y que logran el progreso en una España libre y igualitaria. Estas asociaciones dan la cara en la prensa y elaboran artículos, y además pertenecen a ellas personas célebres, que intentan dar fin a la homofobia a través de discursos en actos públicos, como Madonna en el “GLAAD Media Award”, donde hizo la siguiente declaración: “Nunca pensé en que iba a inspirar a tantos hombres a salir del armario, a ser libres, mantenerse en pie y decir: ‘Este soy yo, les guste o no’ […] ¿Por qué siempre he luchado por el cambio? Esta es una pregunta difícil de responder, porque es como tratar de explicar la importancia de la lectura, o la necesidad de amar. Desde pequeña, siempre me sentí como una extraña, como si no encajara. […] Y en cuanto entiendes lo que significa amar realmente, entiendes lo que se necesita para convertirte en un ser humano, y que es el deber de cada ser humano luchar, defender, hacer lo que pueda y lo que sea necesario”.
Debemos acabar con esto cuanto antes, por el bienestar de todos y todas, por una sociedad plural, pero igual
Es posible de decir que España es uno de los países donde la homosexualidad se ha normalizado en casi su totalidad, y de hecho se ven en las estadísticas y datos. Sin embargo, es todavía un fenómeno complejo donde las relaciones interpersonales basadas en el respeto y la igualdad desaparecen normalmente en ámbitos educativos, profesionales, de amistad, o incluso familiares, y de hecho todavía no se ha logrado pasar del reconocimiento de la diversidad, al de la igualdad, que se construye a partir de las diferencias y no de la uniformidad, que supone la eliminación de la desigualdad de trato, y que no está lo suficientemente cubierto en nuestra ley.
Señores lectores, señoras lectoras, por todo lo expuesto, ¿no consideran que la homofobia es un peligro para todos, no solo para el colectivo LGBT, que pone en riesgo nuestra libertad, seguridad y convivencia? Espero que algún día sea imposible debatir sobre este artículo y su temática.
La libertad de amar y la libertad de expresión, ambas libertades imprescindibles del ser humano
Artículo elaborado por Miguel Ángel Córdoba (miembro de la asoc. Colegas)