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Florida es territorio de sol, playas, naranjas...y ahora de cervezas artesanales, una industria que ha crecido explosivamente en los últimos años y ha puesto a competir codo a codo al estado con otros grandes y pequeños productores en Estados Unidos.
"Hemos estado experimentando un crecimiento de dos dígitos cada año en los últimos cinco años. Nuevas fábricas de cerveza están abriendo ahora casi cada mes", dice a la AFP Mike Halker, el presidente de la Florida Brewers Guild, el gremio de los aficionados a las bebidas alcohólicas de cebada.
Actualmente hay 74 fábricas pequeñas y medianas, pero para finales de 2014, se estima que Florida (sureste) albergará unas 100, augura Gerard Walen, periodista y autor del libro 'Florida breweries' ('Fábricas de cerveza de Florida'), una verdadera biblia de la cerveza local.
"Seguimos detrás de los estados que fueron pioneros en las cervezas artesanales, como Oregon, California, Colorado. (...) Pero diría que, en cuanto a calidad, estamos dando la pelea", señala Walen a la AFP.
Acrónimos como IPA (India Pale Ale, una cerveza más amarga con lúpulo) o ESB (Extra Special Bitter, con un marcado sabor a malta) pueden ahora escucharse en bares de Miami y eventos como el Brew at the Zoo, uno de muchos festivales locales de cerveza, ya cumplió cinco años reuniendo a miles de aficionados en el zoológico de Miami para probar sabores novedosos.
Junto a los tradicionales paseos en barco o por los pantanos para ver cocodrilos, las empresas de turismo han empezado a añadir a su oferta tours por destilerías.
- Un 5% del mercado -
Las cervezas artesanales en Estados Unidos siguen representando una pequeña porción del mercado, dominado por grandes emporios internacionales como Anheuser-Bush InVeb, con sus Budweiser y Coronas, o MillerCoors.
Florida, que consume anualmente unos 13 millones de barriles, no es diferente. Las pequeñas destilerías alcanzan apenas un 5% del mercado, otorga Halker, presidente y maestro destilador de Due South en Boynton Beach. Su pequeña empresa espera producir este año unos 6.000 barriles de sus cervezas, entre las que destacan la Caramel Cream Ale, con notas dulces de malta, y la Honey Vanilla Wheat, ligera y perfecta para el calor de Florida.
Pero los brebajes artesanales seguirán ganando terreno, augura Walen. "La gente está explorando las diferentes variedades de cerveza y les gusta más ahora que lo que estaba disponible antes", señala.
La proliferación de pequeñas cervecerías ha sido muy reciente.
Walen resalta dos años clave: 2001, cuando el entonces gobernador, Jeb Bush, levantó una prohibición de vender cerveza en contenedores no tradicionales, lo que permitió a los floridanos empezar a degustar bebidas artesanales del oeste y noreste de Estados Unidos, y la aparición en 2009 de Cigar City en Tampa, una fábrica que no ha parado de cosechar premios y que puso a Florida en el mapa.
El crecimiento de las fábricas artesanales ya las ha enfrentado con las grandes cervecerías: el Senado de Florida aprobó la semana pasada una ley que incluyó, a petición de las macroempresas, topes de ventas al por menor de las fábricas, lo que a juicio de dueños de cervecerías y legisladores locales que se opusieron, puede poner en peligro la supervivencia de los pequeños.
- Florida Weisse -
La gente que busca las cervezas artesanales "es más apasionada", afirma a la AFP Chris Fidler, de Ft Lauderdale, después de adquirir cinco litros de cerveza en la pequeña fábrica Wynwood Brewing Company, la primera de su estilo en Miami, que abrió sus puertas en septiembre pasado.
"Nuestro principal objetivo es ofrecer gustosas cervezas que están especialmente hechas para el clima del sur de Florida y Miami, y para su cultura también", señala Alex Gutiérrez, quien dirige el bar de Wynwood, desde donde los catadores pueden ver a través de un cristal los barriles de fermentación y a los maestros destiladores en acción.
Si Florida tuviera que definirse por un estilo de cerveza, ese sería el Florida Weisse, una adaptación de un estilo alemán pero fusionado con frutas tropicales locales, como mango, papaya o cítricos, dice Walen. Su baja graduación alcohólica, su ligero sabor y un toque dulce, la hacen ideal para disfrutarla bajo el picante sol de Florida. "Es muy refrescante", concluye.