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“Concepto de la Autoestimulación o el Autoerotismo en una población de estudiantes de la Universidad de Costa Rica”
El autoerotismo se define como el “acto propio de estimulación genital que produce placer en las personas y que permite el conocimiento de sí mismo por medio de la exploración de las zonas genitales”. Según esta autora el término de masturbación que proviene del latín man(u)strprare en el que “manus” es mano y stuprum significa deshonor, profanación, deshonra. También está ligado a “turbare” que se relaciona con palabras como estúpido y estupefacción.
Este término también se ha relacionado, gracias a la tradición religiosa, con la idea de la violación con la mano por lo que se hace más correcto utilizar términos como autoestimulación o autoerotismo.
Este tema importante de la sexualidad humana ha sido uno de los más discutidos, silenciados y censurados ya que al estar relacionado con la búsqueda del placer y la satisfacción sexual es desaprobado por medio de alegatos erróneos que se han valido de discursos religiosos, médicos y psicológicos para ser excluidos del pensamiento humano.
La autoestimulación o autoerotismo constituye un acto perfectamente normal en muchachos y muchachas, hombres y mujeres, que alcanza su máxima expresión, durante la juventud, pero que se mantiene, en general, durante toda la vida.La mayoría de los jóvenes se autoestimula y lo hace desde el inicio de la pubertad como parte del descubrimiento de su sexualidad; y continua haciéndolo durante la adolescencia, pues es la práctica sexual más posible y la utiliza para la liberación de sus impulsos de naturaleza sexual. En la juventud y adultez continua practicándola cuando no cuenta con una pareja o como una forma de autoerotismo por sí misma.
Es importante destacar que la autoestimulación tiene beneficios como:
Por tanto la autoestimulación sana promueve el bienestar sexual de las personas.
Papel que juegan los medios de comunicación, la familia, la religión, la sociedad y la cultura.
Es importante destacar que los medios de información siguen a la cabeza como la fuente de educación primordial en el tema de sexualidad.
Expresan Brenes, Cubero y Naranjo, parafraseando a Cerutti y Behar, que:
“ La enseñanza de la sexualidad ha estado dirigida a centrar la atención en los males y las debilidades del cuerpo y el espíritu. Tradicionalmente los docentes, médicos, periodistas, políticos, religiosos, han brindado una educación sexual represiva, basada en la prevención de enfermedades de transmisión sexual, dirigida especialmente a los hombres, mientras que para la mujer, se limitaba a aspectos como la higiene menstrual y la preparación para la maternidad” (1991. Pag 18)
Esto deja claro que las estrategias de educación sexual realizadas por la familia y las instituciones educativas no han aportado información importante y actualizada en el tema de autoerotización y en el de sexualidad en general. Esto ha provocado grandes nebulosas entre los niños y los adolescentes que al llegar a la edad adulta conocen muy poco de su sexualidad. Si ha habido cambios en los modelos educativos, pero no lo suficientemente sustanciales, lo que se demuestra en los gráficos anteriores, en los que los compañeros y amigos, que como se dijo anteriormente, por lo general son de las mismas edades son los que también se ven afectados por falta de educación y reproducen muchos mitos correspondientes a temas de sexualidad.
Expresan Ligth, Keller y Calhoun que la familia es el primer mundo social en el que los niños se desarrollan y en ella se les introduce a la vida en grupo, a las relaciones íntimas y es en donde se les da el primer acercamiento del trato como individuos. Por tanto si en la familia, que es lo que llaman la socialización primaria no se le da al niño y el adolescente las herramientas para disfrutar plenamente en forma sana y segura su sexualidad, el niño y adolescente las buscara por otros medios para su aprendizaje. La escuela y el colegio también son importantes para el desarrollo del niño y el adolescente, ya que en, además de ser el lugar en el que se aprenden las materias académicas se está frente a un aprendizaje de valores, habilidades intelectuales y técnicas así como actitudes culturales.
Si en la familia y la escuela no se le facilitan las herramientas para disfrutar plenamente de su sexualidad, al niño y el adolescente no les quedará más que buscar la información en amigos y compañeros que por lo general serán de su misma edad o bien estarán en edades superiores en las cuales las buenas o malas experiencias serán los maestros. La información que estos pares puedan facilitar no siempre será la idónea para el proceso de aprendizaje y desarrollo sexual de la persona. Esta falta de información desembocará en embarazos no deseados, irresponsabilidad, así como enfermedades de transmisión sexual o bien problemas sexuales serios que necesiten de terapia sexual efectiva.
La educación sexual en cuanto al tema de autoerotización no es completa ya que, según Margo Woods, es poco probable que una persona nunca se haya autoerotizado debido a que en la fase fálica que va aproximadamente de los tres a los cinco años se descubren y exploran los genitales así como se producen erecciones y vasocongestión en el niño y la niña lo que demuestra que existe la percepción de que el autoerotismo tiene como objetivo único la búsqueda del simple y superficial orgasmo cuando también se dirige a la exploración de los genitales propios. Además, por razones históricas los tabúes que están alrededor del tema de autoerotismo se hacen más frecuentes entre mujeres.
Es probable también que por características anatómicas existe una dificultad más grande en la mujer para explorarse ya que su vulva no está expuesta como el pene del varón, lo que provoca más temor.
Es destacable apuntar que “La autoestimulación es un proceso de exploración natural y necesario para óptimo desarrollo sexual de la personas” y por tanto la autoestimulación debe ser un tema importante en el desarrollo educacional de las personas.
Una porción importante pone los medios de información como fuente principal, medios como periódicos, libros, revistas, internet entre otros se colocan en primer lugar en el tema de educación sexual. Es importante destacar que estos medios no siempre tienen información actualizada o verídica, por lo que estos medios pueden no ser confiables. En segundo lugar se posicionan los amigos que en muchos de los casos no son una fuente confiable ya que por lo general son de la misma edad lo provoca mucha desinformación. En tercer lugar aparece la escuela y el colegio que son las instituciones educativas por las que el universitario tuvo que pasar. Este porcentaje no es bajo pero tampoco es tan elevado como debería serlo ya que la socialización secundaria se lleva a cabo en estos centros y la información precisa, concisa y directa en las edades de niñez y pubertad son las que definen la juventud. Interesante ver que la familia no es la primer fuente de información cuando debería ser la primera. Los padres de familia deben estar informados para formar a sus hijos de la mejor manera en conjunto con la institución educativa.
El contexto histórico cargado de represión ha influenciado la creencia de que la autoestimulación es una práctica dañina, pecaminosa o insana. En muy pocos casos se puede ver la autoestimulación como algo anormal en la sexualidad ya que es una práctica normal en el ser humano. Aunque es cierto que practicar la autoestimulación se puede volver en extremo nociva si se practica en forma exclusiva apartándose de las actividades habituales de la persona.
Debido a estas creencias, en tiempos antiguos, se condenaba todo acto relacionado con la autoerotismo e incluso se idearon aparatos y métodos que evitaban que los jóvenes, hombres y mujeres practicaran la autoerotismo.
El problema reside en que la autoerotización es para la mayoría de las personas un período importante en su maduración sexual, pero esta etapa transcurre para muchos entre sentimientos de culpa, vergüenza y temor; pues se encuentran entre la condena y pecado a los que lo condena ciertas religiones así como con la locura, la idiotez, o deformación de las partes comprometidas, etc. que lo amenazan, según algunas creencias populares.
Una cultura como la latinoamericana, y en este caso en particular, la costarricense, se caracteriza por una moral definida por los preceptos religiosos en su mayoría conservadores que intentaron y aun intentan que la relación genitocoital se realice para la reproducción. La censura del autoerotismo no sólo ha sido por parte de los sectores de la salud, sino, fundamentalmente, de la religión; tanto desde los tiempos más remotos como en los tiempos modernos. Pero esto no quiere decir que algunas barreras de pensamiento represor no hayan sido destruidas por ese sector o bien ignoradas por los jóvenes.
Es claro, que como bien analiza Hannia Fallas; “...la doctrina religiosa, no se constituye meramente en un código de actos prohibidos o permitidos, sino que se conforma en una modalidad para construir y analizar el pensamiento y la acción del ser social...” (Fallas, pag 79.1999) por o tanto la educación que el sujeto recibe durante su desarrollo está permeada de esos elementos represores que no permiten un disfrute pleno de su sexualidad.
Es importante destacar que, tal como apunta Jacobo Shifer, el papel de la iglesia es importante es un su papel con el estado, caracterizado por el mutuo beneficio entre jerarquías. La mayor parte del discurso religioso se basa en la Biblia y las lecturas que se puedan hacer de sus parábolas. Estas lecturas son importantes y hacen eco en la visión que se tiene sobre sexualidad. Por ende la interpretación que se le dé al texto bíblico es importante para la construcción del concepto de autoerotismo.
Es claro que la sociedad, que es el grupo en el que nos desenvolvemos, es un importante elemento en la construcción del concepto de autoerotismo. Es importante que la fuerza de la corriente social es preponderante en el desarrollo de la visión del mundo de los sujetos. Esto va desde la ubicación de cada personas en configuraciones creadas por otros es uno de los elementos más importantes en el crecimiento de cada persona. Por tanto se construye una percepción de que el hombre normal es el que sigue las “reglas” establecidas socialmente. Estas reglas así como las leyes son creadas como un sistema de control que funcionan para eliminar a la persona indeseable. Es por ejemplo, parte del control social las estrategias medievales en cuestión de sexualidad como el pudor, la culpa, el silencio y el terror que, unidas a los conceptos religiosos explicados anteriormente, se rigen para evitar que las personas disfruten de su sexualidad. Es claro entonces, que si alguna parte de la sociedad no hace lo que se le impone es necesario sancionarlo por medio de violencia física, murmuración, entre otras que intentan “enseñarle” al sujeto como debe comportarse en sociedad. Controles como los impuestos por la religión producen los conceptos preconcebidos y arraigados que se fundan en torno a los temas de sexualidad. En el caso de autoerotismo es muy dado entre algunas madres costarricense “pegarle” al niño con por las manos cuando se les encuentra autoestimulándose el lugares públicos ya que eso va en contra de las reglas establecidas por los grupos sociales por lo que se ve indecente.
Una de las estrategias más importante socialmente es la de la creación de mitos o frases que se instauran como premisas para los elementos sociales. Estas definen en algunos casos los temas de sexualidad como las relaciones genitocoitales, métodos anticonceptivos, y autoerotismo. Estos mitos funcionan como controladores sociales para mantener a los sujetos reprimidos. Estos mitos se fundan en la desinformación y el miedo y provocan entre otras cosas una visión de la genitalidad sucia y una vida sexual llena de traumas y frustración.
La Terapia Sexual tiene como principal objetivo el alivio sintomático y el mejoramiento de la función sexual del paciente. Se centra en trabajar con los elementos que impiden a la persona poseer una sexualidad satisfactoria.
La Terapia Sexual trabaja integrando las técnicas de terapia sexual y terapia familiar. El terapeuta trabaja con la información que proveen los pacientes, reeducando en el área sexual y asignando tareas y ejercicios sexuales, los cuales el paciente y/o la pareja realizarán en su hogar. En el transcurso de la terapia, a la par que se trabaja con los síntomas que presenta la disfunción sexual, se trabaja mejorando el manejo de la comunicación, las pautas de interacción, la ansiedad, la depresión, los vínculos familiares y las transferencias, entre otros; siempre dirigidos a la remisión de los síntomas sexuales.
Tal como apunta Hellen Kaplan en “La nueva Terapia Sexual”, ante cualquier terapia sexual, primero dede de mirarse los factores orgánicos y valorar efectos emocionales como el estrés emocional, la ansiedad, las inhibiciones aprendidas de la respuesta sexual así como las disfunciones específicas y la estructura de personalidad. En la respuesta sexual se dan procesos hormonales y fisiológicos muy susceptibles ante una excitación emocional pudiendo afectar los reflejos vasculares autónomos además de actuar en la respuesta un equilibrio hormonal idóneo. Se añade a esta complejidad las contingencias negativas en las respuestas sexuales que pueden causar la inhibición del orgasmo creando una disfunción sexual.
Muchos estudios han determinado que por la autoestimulación se utiliza como forma de tratamiento. La autoestimulación ayuda a aprender a controlar el reflejo eyaculatorio en los casos de eyaculación precoz, y es importante para ayudar a alcanzar el orgasmo en mujeres que tienen dificultades en este sentido. Además es importante para conocer las zonas erógenas, que en muchos casos de problemas sexuales los paciente desconocen. De esta manera se puede prescribir la autoestimulación en las personas que tienen problemas con cómo se ven así mismos, para que aprendan a sentir en soledad comodidad con su cuerpo y placer sexual.
La autoestimulación es un excelente modo de descubrir las respuestas sexuales, además de satisfacer los deseos. Muchas mujeres descubren autoestimuládose formas mejores de excitarse y de llegar al orgasmo durante el coito, incluso puede contribuir a que algunas experimenten orgasmos múltiples.
Por las diferencias físicas entre géneros, es claro que la autoestimulación no se realiza de igual forma. Según King Bruce en su libro “Human Sexuality Today”, tomando en cuenta a Hite, expresa que existen, en el caso de la mujer, seis tipos diferentes de mujeres que se autoestimulan.
El primer tipo las que estimulan la zona clitorol-vulval acostadas sobre su espalda. Estas estimulan la zona clitoral solamente directamente, abajo o alrededor rítmicamente tocando con los dedos haciendo un movimiento arriba o abajo o en círculos. El primer toque es suave pero progresivamente va acelerando su velocidad mientras la aplicación de la fuerza va creciendo para mayor excitación. La mayoría de las mujeres fantasea mientras se autoerotiza. Un bajo porcentaje se penetra con los dedos por la misma lubricación o simplemente para aumentar el nivel de excitación y sensación. Algunas utilizan vibrador o consolador. Algunas tocan sus senos y pezones. Algunas estimulan toda el área vulval y también el clítoris, otras solo el clítoris.
El segundo tipo, estimulan el área vulval-clitoral acostadas boca abajo. Algunas dejan sus piernas cerradas mientas se toca con los dedos.
El tercer tipo, estimulan el área vulval-clitoral acostadas boca abajo utilizando algún objeto suave que les roce el área vulval. Una almohada, una cobija, o algún muñeco cuando están más jóvenes.
El cuarto tipo son las que aprietan el clítoris utilizando sus bagras o bloomer o bien la costura del pantalón mientras están sentadas o acostadas. Para algunas mujeres esta forma de autoestimulación es realizada en el autobús, la iglesia o el trabajo. Algunas utilizan algún objeto suave entre las piernas mientras aprietan las piernas. Según King, Algunas mujeres orientales han aprendido a desplazar unas bolas de acero llamadas Ben Wa con la vagina.
El quinto tipo son las que usan un masaje con agua, con la aspersión de la bañera o bien con una manguera que produzca una fuerza en el agua que al entrar en contacto directo con la zona clitoral-vulval produzca placer. Este es uno de las formas más utilizadas para terapia sexual.
El sexto tipo se autoestimulan solo con la penetración de sus dedos, un vibrador, un dildo.
Acariciar el prepucio del clítoris es una de las formas más directas y estimularlo primero por un lado y después por otro, variando el ritmo y la presión es una buena idea. Es fundamental que las presiones sobre el clítoris sean pequeñas para no reducir la estimulación. Con frecuencia el clítoris en sí es demasiado sensible como para ser friccionado directamente, por cuanto un forma sutil de hacerlo es mantener un dedo inmóvil sobre el clítoris mientras se mueve la otra mano por arriba y por debajo de la vulva.
En el caso de los hombres, según King refiriéndose a los estudios de Hite, expresa que la forma más frecuente de autoestimulación es la directa del pene con la mano. La base del pene es menos sensible que el glande. Algunos estimulan la base del pene hasta llegar al glande, pero la mayoría se concentra en el glande. La estimulación de la base del pene puede ser estimulante al punto del orgasmo satisfactorio, pero por lo general el orgasmo más profundo se provee con la estimulación del glande. Algunos hombres utilizan lubricante así como crema de manos o aceite para evitar resequedad o irritación. Algunos hombres acostados boca abajo, rozan el pene en la cama, la almohada o las cobijas. Algunos utilizan un vibrador directamente en los genitales. Algunos usan masaje de agua en la ducha. La mayoría fantasea mientras se autoestimula. Apunta King, que sorprendentemente se encontró que algunos hombres también estimulan otras partes del cuerpo además del pene. Algunos estimulan sus pezones, muchos masajean sus testículos, especialmente el área del escroto. El perineo es particularmente sensible, por lo que tocar la parte detrás del escroto puede incrementar el orgasmo. Un gran porcentaje se estimula el ano mientras estimula el pene. Muchos hombres también introducen sus penes en objetos que puedan simular la vagina de la mujer.
Aquí se hace importante destacar que la mayoría de personas necesita fantasear para crear un espacio mental importante para llegar a su orgasmo y desconectarse de su alrededor. La utilización de material visual o auditivo es importante para crear esas fantasías. Es completamente normal y su utilización no quiere decir que se es pervertido.
Según Margo Woods, es claro que en los medios de información también se ha tergiversado la visión del cuerpo desnudo y de la relación genitocoital, pero de igual manera se presentan nuevas fantasías para las personas. Es muy interesante que este resultado demuestra que puede ser más necesario para el hombre el materia visual para obtener su orgasmo por medio de la autoestimulación. Puede ser el mismo caso para la mujer pero la presión social no le permite aceptar que utiliza material ya que está socialmente más aceptado que el hombre utilice material visual que para la mujer.