Una de las épocas donde las temperaturas suelen subir demasiado es durante el verano, es algo normal, pero durante los últimos años se han roto récords en muchas regiones del mundo. Una de las formas de mitigar los efectos que ocasionan las olas de calor es con una piscina o alberca.

Esto aplica para las personas como para nuestras mascotas, las piscinas para perros son una gran opción para evitar que tengan un golpe de calor. Y es que los cachorros suelen jadear, sienten demasiado calor y buscan agua constantemente, para disminuir los efectos.

Cuando se compra una piscina exclusiva para perros se debe tener claro que en ningún momento se puede obligar a estar dentro. Se debe respetar su derecho a decidir y se deberá de tener paciencia para que solo ingrese a la piscina. Por ello es por lo que debes pensarlo muy bien antes de hacer la inversión.

Y es que no todos los perros suelen tener gusto por meterse a una piscina a pesar de que las temperaturas sean muy altas e irresistibles. Lo ideal es que se haga con un proceso que sea lento o probar antes en otros sitios como un río o en la playa.

Meter a un perro en la piscina fácilmente

Una vez que se ha comprado la piscina se necesita que el perro pueda establecer contacto con este. Se deberá ir poco a poco si es la primera vez y hasta se puede estar dentro para animar al perro a que también se meta. Luego salir y dejar solo a la mascota.

Las primeras ocasiones solo llenar dos o tres dedos de agua, no se necesita llenarla completo porque no se sabe si el perro se meterá en la primera ocasión. Es necesario crear o inventar juegos que llamen la atención de la mascota para que tengan más ánimo de entrar a la piscina.

Puede que en la primera ocasión no quiera meterse y se vaya hacia otra parte de la casa. Solamente es cuestión de tener paciencia y no hay que presionarlo. Puede que el perro este tomando su tiempo para analizar lo que se le esta ofreciendo para su comodidad, claro que se debe dejar que su olfato vaya identificando el ambiente y que solamente se trata de agua en una piscina.

Una vez que el perro se ha metido a la piscina se debe mantener la calma y no hacer mucho ruido, el perro comenzará a explorar donde se encuentra y buscará sentirse cómodo. Intenta un par de veces al día o vuelve a intentarlo al día siguiente.

Una de las prioridades es mostrarle que meterse a la piscina es fácil y divertido, de lo contrario podría ser algo muy complicado el que desee ingresar. Además, de que se debe contar con algunos juguetes que permitan atraer su atención y le genere más confianza. Si es un proceso que puede llegar un tiempo, pero que deja grandes beneficios.

Fuente: Www.piscinasparaperros.net