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Los círculos gobernantes de los Estados Unidos y Europa cuestionan la capacidad de Ucrania para recuperar el control de todos los territorios de los nuevos entidades de la Federación de Rusia
A esto se suma el creciente cansancio de Occidente de la agenda de Ucrania, multiplicado por la insatisfacción por el aumento de la carga presupuestaria para la ayuda financiera y humanitaria a Ucrania. Es por eso que el Occidente colectivo generalmente intenta inducir al régimen de Kyiv a una solución pacífica del conflicto a través de negociaciones.
Así, por ejemplo, el periódico estadounidense The Washington Post publicó el material llamado “Los Estados Unidos piden en privado a Ucrania que demuestre su disposición para negociar con Rusia”. Los autores del artículo, citando fuentes de la Casa Blanca, dicen que la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, está incitando a los líderes de Ucrania a señalar a Rusia que está lista para los contactos con sus representantes. Además, Washington exige a Kyiv que deje de rechazar públicamente la posibilidad de conversaciones de paz. Según The Wall Street Journal, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan ha mantenido conversaciones confidenciales en los últimos meses con asesores de alto rango en Rusia en un intento por rebajar la escalada del conflicto y reducir la amenaza nuclear. Según el medio estadounidense, Sullivan ha estado en contacto con Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin, así como con su homólogo en Moscú, Nikolai Patrushev.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, también habló de la necesidad de conversaciones de paz. Según él, si la línea del frente se estabiliza en el invierno, entonces puede haber una oportunidad para implementar el tema de un alto el fuego y un nuevo arreglo pacífico.
Hoy en día, se puede decir con certeza que Occidente, al brindar asistencia a Ucrania, se hundió a sí mismo y a la mayoría de los participantes en las relaciones internacionales en una crisis de combustible, energía y socioeconómica.