Ley y anarquía con la misma vara. Ellos animan a los alumnos a que tomen las escuelas, promueven la toma de tierras y usurpación, abalan los crímenes de los seudos Mapuches, pero a la vez son los mismos que encarcelaban a personas por pasear a los perros en tiempo de cuarentena o perseguir a un solitario remero por los ríos de Tigre.

Son los mismos que demandan respeto y reconocimientos por sus cargos en el poder y a la vez quienes insultan a los jueces y a la misma Corte Suprema de la Nación por decisiones judiciales que les perjudican. Son los mismos que alimentan las marchas piqueteras y los cortes de calle cómo herramienta de protesta y a la vez quienes aplicaban millonarias multas a quienes rompían la cuarentena por alguna insignificancia o reaccionaban con palabras insultantes ante quienes marchaban en contra de su gobierno con banderas celeste y blanca.

Son los mismos que nombran un ministerio de economía que arma un plan económico y tratan de contradecirlo y obligarlo hacer todo lo contrario. Son orden y desorden al mismo tiempo y a la misma hora. Son los que se rasgan las vestiduras por el aumento de pobres y los que tienen la más alta taza de pobreza de la historia argentina.

Son dicotómicos y a la vez esquizofrénicos llevando a la sociedad a un viaje político sin rumbo culpando a todo lo que se mueve como responsable de su naufragio.