La injusticia real y percibida está destrozando ciudades en Estados Unidos. Existe una supresión económica en países de todo el mundo, incluso si el sistema económico y la forma de gobierno son igualitarios, una economía reprimida es un efecto secundario del Coronavirus. Esto, por sí solo, suspende derechos y libertades que muchos de nosotros hemos dado por sentado personalmente durante toda nuestra vida. Nuestros países y culturas han nutrido estas libertades durante siglos para encontrarlas ahora sofocadas. Si los cierres, quédese en las casas y los cierres no lo atrapan, las divisiones políticas causadas por estos lo harán.

La guerra de cualquier tipo no es una respuesta. La guerra de la mente y el espíritu es la peor de todas. Esto incluye las agresiones ideológicas y las agresiones físicas del racismo. Aquí es donde entran en juego los Derechos Humanos. El punto de vista de que una persona tiene derechos, que cada individuo tiene derechos simplemente porque es un ser humano, puede socavar todos y cada uno de estos comportamientos.

Se debe desear el cambio, por lo que se debe concienciar a las personas. La educación en derechos humanos básicos es fundamental. Si comienza muy temprano, con la guardería, y es continuo, puede haber una posibilidad de que evolucionemos. La educación es un medio de crecimiento y cambio. Si bien es necesario abordar de inmediato las injusticias, un cambio real y duradero necesitará el cambio que viene con un conocimiento real. La educación en derechos humanos básicos como se establece en la Declaración Universal de Derechos Humanos es clave.

"Los derechos humanos deben ser una realidad, no un sueño idealista", L. Ronald Hubbard. Cada persona que ve tiene derechos esenciales. www.jovenesporlosderechoshumanos.mx @humanrightstampa