¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Yamibarq escriba una noticia?
Todos queremos saber sobre masaje, pero ni siquiera sabemos quien es un verdadero masajista!
Definitivamente todos hemos nacido con un paquete de dones y talentos incluido. Estos se manifiestan en nosotros de muchas maneras, la forma en que nos guiaron nuestros padres, la experiencias de nuestra vida y nuestras propias actitudes, marcan poco a poco el desarrollo de esos dones...
En el caso de los DONES EN LAS MANOS son muy particulares, debido a que desde nuestro nacimiento empezamos a tocar y a través del tacto nos comunicamos y sentimos el amor o el rechazo, construimos y destruimos, reconocemos texturas etc, pero nuestras manos siempre están buscando algo que no han encontrado y es la forma de darse.
Nadie es masajista porque si! se es masajista porque tenemos algo especial, ese anhelo de dar algo, ese anhelo de entregar afecto, de ayudar a quien requiere de ese toque especial y ese mismo sentimiento nos hace querer ser mejores personas, para tener siempre algo mejor que entregar.
Dar masaje es imponer las manos sobre un cuerpo que experimentará comodidad y afectará positivamente la mente que necesita relajación, que necesita alivio, esperanza en saber que no está solo en este mundo, porque a veces lo que necesita es ser escuchado por alguien neutral.
El VERDADERO MASAJSITA, realiza su faena con amor, con excelencia
Aunque esté recibiendo paga por el servicio que da, el VERDADERO MASAJSITA, realiza su faena con amor, con excelencia, disfruta observando como poco a poco el paciente se va relajando y sintiendo alivio a veces en medio del dolor, como dicen ellos mismos "es un dolor que alivia"
En el momento de este contacto maravilloso esa persona experimenta una liberación de endorfinas que le hacen sentir comodidad y bienestar, ¿y que de nosotros los masajistas? "experimentamos lo mismo" esa comodidad, ese bienestar del paciente se convierte en nuestra satisfacción. Satisfacción de saber que podemos dar amor fraternal, que esa persona en todo su ser está recibiendo a través de nuestras manos, de parte de DIOS un bálsamo que refresca las heridas en su interior que el día a día le dejo, o... no sabemos, pero tampoco importa.
Nuestras manos acompasadas sobre la topografía de su cuerpo convierte el masaje en notas, para cantar la melodía del corazón de DIOS, es un paliativo en medio de crisis y preventivo también, "ESO HACE AL MASAJISTA UN SER ESPECIAL"
Si bien es cierto que recibimos una remuneración económica, es lo justo, porque es nuestro trabajo, pero nunca quedaremos en necesidad si hacemos un masaje de ofrenda, porque esa ofrenda siempre tendrá premio en el cielo.
Definitivamente todos hemos nacido con un paquete de dones y talentos incluido