¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Política escriba una noticia?
En vez de la cara embalsamada de Ferdinand Marcos, las personas que acudieron a la cripta del dictador filipino vieron durante 23 años una máscara de cera, cuenta a la AFP el hombre que embelleció sus restos mortales.
Unos días después del polémico entierro del dictador en el Cementerio de los Héroes de Manila, Franck Malabed, de 66 años, acepta revelar los secretos de su cadáver más célebre: el del autócrata que dirigió el archipiélago durante dos décadas.
Y es que la inhumación a hurtadillas de Marcos ha alimentado rumores, como que el cuerpo expuesto hasta entonces era un maniquí de cera. Se murmuraba que el verdadero cadáver fue enterrado hace mucho tiempo.
Malabed lo desmiente. "La cara que la gente vio era de cera; el resto del cuerpo estaba vestido, por lo que no era necesario", declara a la AFP. "El cabello es una peluca", detalla.
Marcos murió en el exilio -en Hawái- a los 72 años, en 1989, tres años después de la revolución que lo derrocó.
Fue acusado de haber vaciado las arcas del Estado y de estar detrás de la tortura y ejecución de miles de opositores.
Embalsamar el cadáver no era cosa fácil, cuenta Malabed. Al fallecer como consecuencia de problemas renales y pulmonares, estaba desfigurado por los edemas.
El embalsamamiento consiste en extraer los fluidos y sustituirlos por sustancias que impiden la putrefacción. En el caso de Marcos, "la piel estaba ajada, no era bonita".
- 'Soy un perfeccionista' -
"La señora no la quería así", "quería que Filipinas viera al presidente Marcos como era antes, cuando era joven", prosigue, refiriéndose a la viuda, Imelda.
Malabed recibió el cuerpo embalsamado una semana después de la defunción.
La cara estaba hinchada y él temía que se descompusiera rápido, por lo que lo recompuso para garantizar un resultado que aguantase 30 años.
"En lo que se refiere a embalsamamiento, soy un perfeccionista", afirma.
Declara que se siente "orgulloso, porque no se trataba de cualquiera, fue presidente durante 20 años".
En 1991, el clan Marcos contrató a otro embalsamador para ocuparse de la cara del difunto con productos a base de cera, empleados para la reconstrucción de personas fallecidas en accidentes.
En 1993, el clan finalmente consiguió la repatriación del cuerpo embalsamado para exponerlo en un ataúd de vidrio en una cripta refrigerada del feudo familiar de Ilocos Norte (norte).
La familia Marcos apoyó al actual presidente, Rodrigo Duterte, durante la campaña electoral. Cuando fue elegido, los recompensó dando el visto bueno al entierro del patriarca en el Cementerio de los Héroes, algo que ha indignado a las víctimas de su dictadura.
- Muertos en pie de igualdad -
Malabed afirma haber examinado el cuerpo por última vez el 8 de agosto y que este estaba "en buen estado".
La hija mayor del dictador, Imee, portavoz de la familia para temas relacionados con el cuerpo del patriarca, no ha querido responder a las preguntas de la AFP.
Pero recientemente declaró a la cadena ABS-CBN que el cuerpo era "por supuesto" el verdadero, reconociendo no obstante que se usaron gran cantidad de "procedimientos, de productos químicos".
Cuando era niño, Malabed soñaba con ser ingeniero, pero tuvo que seguir los pasos de su padre, embalsamador.
Con 18 años, el aprendiz adquirió práctica en las bases estadounidenses de Filipinas, con los restos mortales de los soldados muertos en Vietnam.
Su primer contrato importante llegó años después: un hermano y una hermana de Imelda, lo que le valió la confianza del clan Marcos.
Este católico ferviente dice tratar a todos los muertos de la misma forma, sin tener en cuenta la orientación política del difunto.
Embalsamó, por ejemplo, el cuerpo de uno de los grandes rivales de Marcos, Benigno 'Ninoy' Aquino, asesinado en 1983 por las fuerzas gubernamentales. Por orden de la familia, no hizo nada por embellecer la cara del exsenador.
Malabed es caro, pero su talento, dice, es poco común: "Puedo hacer a alguien guapo incluso muerto".