A veces quisiera uno conocer fórmulas mágicas que nos ayuden, nos guíen paso a paso cómo hacer las cosas de la mejor forma para obtener resultados en poco tiempo. A menudo nos olvidamos de que emprender no es sólo transmitir un conocimiento, de proveer herramientas o instalaciones, si no de encontrar a los hombres y mujeres que compartan nuestra visión de éxito.

Es algo parecido cuando nos llega el momento de tomar la decisión de unir nuestras vidas a través del matrimonio, parecido, casi igual.

Recuerdo cuando en un momento de mi vida duré unos 3 años sin pareja estable, iba de un lado para otro sin echar raíces fiables y frondosas...no encontraba mi media naranja ideal. Una revuelta de eventos afortunados, extraordinarios (ordinarios para cualquier otra persona sin espíritu), me llevaron a escribir en una hoja la definición de la pareja de mi vida, no lo escribí como un deseo, si no como un hecho, como si ya la tuviera a mi lado, es decir, la describí.

Al poco tiempo conocí a esa mujer que describí, nos hicimos novios y a los 5 años nos casamos. Fue bastante difícil al principio por la diferencia de edad (describí a una mujer joven), es muy inteligente (tanto que pensaba de más), y con muchos prejuicios que fue puliendo y superando con el tiempo. Sin embargo compartíamos ideales, teníamos el mismo sueño y aunque de carácter diferente y con costumbres muy diferentes de alguno forma nos acoplamos, superamos adversidades y muchas otras nos unieron. Encontré en ella cosas tan valiosas que dije: "...esta es la buena...", y tuve que superarme a pesar de mí mismo.

Nuestra historia aún es corta pero ha sido increíblemente vertiginosa, hemos vivido casi de todo, bueno y malo, agradable y triste, de todo pues.

Comparado con mi negocio me he dado cuenta de que es algo similar: amor, pasión, entrega, constancia, responsabilidad, visión, ideas, creatividad, errores, aciertos, etc... emprender, entonces es un plan de acción a corto plazo, pero antes de siquiera pensar en iniciar necesitamos personas que tengan esa visión, esas ideas o mejores, esa pasión, esa entrega, ese deseo de aventurarse en un proyecto en el que todos quieran formar parte.

No basta con lo que has estudiado, la vida real es diferente, y si bien tienes todas las herramientas necesarias teóricamente, o incluso experiencia acumulada, aún así no basta, primero hay que superarnos personalmente y ser capaz de crear un equipo lleno de valores morales y civiles, que miren en la misma dirección y que disfruten lo que hacen, tanto que constantemente estén innovando, ideando y buscando la forma de ir siempre hacia adelante, hacia arriba, comprometidos con su líder y con la empresa que conforman.

Emprender no es sólo una acción, es un arte.