La compañía sueca de equipos de telecomunicaciones Ericsson anunció este martes gastos de reestructuración, provisiones y depreciaciones, de entre 12.000 y 15.000 millones de coronas (1.300 y 1.600 millones de euros), en el primer trimestre de 2017.

El grupo tendrá que contabilizar, en sus cuentas del primer trimestre, gastos de reestructuración de unos 2.000 millones de coronas (210 millones de euros), provisiones de entre 7.000 y 9.000 millones de coronas (700-900 millones de euros) y depreciaciones de entre 3.000 y 4.000 millones de coronas (315-420 millones de euros), indicó en un comunicado.

"Ericsson llevará a cabo una estrategia de actividades más concentrada para reactivar su posición puntera en tecnología y mercado, para mejorar la rentabilidad del grupo y para permitir el éxito de sus clientes", argumentó.

La firma sueca sale de un año complicado, durante el que cambió de director general y suprimió 3.000 empleos en Suecia.

Pionero de la telefonía móvil, el grupo lucha, desde principios de los años 2000, para mantener su rango en el mercado de las redes ante sus competidores Nokia y Alcatel-Lucent (fusionados), Siemens (asociado durante un tiempo a Nokia) y, más recientemente, los chinos Huawei y ZTE.

"Hoy es el primer paso de un reposicionamiento estratégico de nuestra empresa", declaró el director general, Börje Ekholm.

"Nuestras ventas y márgenes se han estancado en los últimos años (...). Por consiguiente, el rendimiento de nuestra acción ha sido insatisfactorio", agregó.

Ericsson quiere concentrar sus recursos en las redes, los servicios digitales y la conexión de objetos cotidianos a internet. Paralelamente, tratará de vender o reestructurar sus divisiones Media (televisión) y Cloud (almacenamiento a distancia).