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SanCor, la mayor cooperativa láctea del país que vende leche en polvo a Venezuela y productos a otros 30 países, anunció este jueves el cierre transitorio de varias de sus 15 plantas en medio de una grave crisis financiera.
La caída del consumo interno, la falta de materia prima por factores climáticos adversos y el peso de una deuda millonaria golpearon a la cooperativa que tiene más de 70 años de existencia y emplea a 4.700 personas.
"La remisión de leche a nuestras plantas industriales ha disminuido considerablemente en los últimos días por lo que la Cooperativa decidió la suspensión de actividades en algunas de sus instalaciones industriales", dijo la empresa en un comunicado.
Una reunión este jueves entre directivos de SanCor, representante de los sindicatos y el gobierno nacional busca una salida para la empresa.
- Deudas de Venezuela -
SanCor recibió varios auxilios financieros del Estado en los últimos años. Uno de ellos durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) cuando la empresa se benefició de un fideicomiso binacional con Venezuela por el que comenzó a venderle leche en polvo.
El año pasado Sancor refinanció deudas por 250 millones de pesos y obtuvo del gobierno un nuevo crédito por una suma igual, 31 millones de dólares en total.
"En el contrato con Venezuela hay un saldo de mil millones de pesos (62, 5 millones de dólares) que está debiéndole Venezuela a SanCor", dijo el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.
Pero eso es apenas un grano de arena en un cuadro de situación complejo.
El sindicato de camioneros denunció que SanCor adeuda salarios a unos 2.000 trabajadores del sector y se movilizó el miércoles a las puertas de su planta en las afueras de Buenos Aires ante posible despidos tras el anuncio a los empleados de SanCor de un plan de "reestructuración".
El secretario de Lechería de Santa Fe, Pedro Morini, dijo este jueves que por el momento "no hay despidos", pero que para salir a flote "SanCor precisa más de 400 millones de dólares".
También apuntó que la crisis en la lechería "no es de ahora" y afecta también a la otra gran empresa lechera argentina La Serenísima.
"No es sólo problema de SanCor, La Serenísima se ha vendido ya en gran parte y va a un plan de reestructuración. Nos comunicó que hará un cierre de la planta de Rufino en agosto", dijo Morini a Radio Cadena3.
Mastellone Hermanos, dueños de La Serenísima atribuyeron el cierre "al estancamiento de la producción nacional que llevó a que el año pasado (2016) el país produjera 9.500 millones de litros de leche, cifra menos a lo producido en 1998".
Argentina contaba con unos 30.000 tambos en los años 80 frente a los cerca de 4.200 que quedan en la actualidad. Productores aducen que la baja rentabilidad es la causa del achicamiento.
Tamberos regalaron leche pasteurizada en agosto pasado en protesta por el precio que reciben de 3, 80 pesos (23 centavos de dólar) por litro, mientras en las góndolas el litro de leche común llega a 20 pesos (1, 25 dólares).
Santa Fe, provincia lechera bajó su producción de 8 millones de litros diarios a 5 millones, precisó Morini.
"Sancor va a tener que salir (de la crisis) con alguna alianza estratégica con una empresa importante que está en duda que sea nacional (...) Tiene dos alternativas o achicar personal o crecer en cantidad de litros y esto último va a tomar por lo menos un año", dijo el funcionario.
SanCor es una de las cinco principales industrias lácteas de Argentina con 1.400 tambos asociados y procesa el 15% de la leche que se produce en el mercado, con una capacidad instalada para recibir 4 millones de litros de leche diarios.
Su facturación alcanzó los 12.237 millones de pesos (unos 815 millones de dólares) en 2015, según balances, un 25% corresponde a exportaciones.