Las mandarinas son frutas cítricas muy refrescantes que contienen muchas vitaminas y nutrientes como la vitamina A, la vitamina C, potasio, ácido fólico y flavonoides. Estos componentes mejoran la salud de todo nuestro cuerpo, desde las células hasta el corazón o los huesos.

La mandarina tiene un flavonoide conocido como nobiletin que ayuda a protegernos contra la diabetes tipo 2 y previene la acumulación de grasa, especialmente en el hígado, ya que alenta a nuestro cuerpo a quemar grasa y disminuye la fabricación de grasa.

La mandarina contiene vitamina C y potasio, que aumenta la densidad ósea y consigue que tengamos menos facturas.

Los flavonoides son antioxidantes que tienen muchas propiedades contra el cáncer y previenen el crecimiento de células cancerosas y la proliferación de tumores. Ayudan a neutralizar los radicales libres. promueven un mejor flujo sanguíneo en las arterias coronarias y nos protegen de enfermedades del corazón.

Ayudan a mejorar la digestión gracias a la cantidad de fibra que nos aportan. Además, pueden prevenir el estreñimiento. Recuerda que los hombres deben ingerir diariamente 38 gramos de fibra y las mujeres 25.

La vitamina A y la C presentes en las mandarinas retrasan e incluso impiden la pérdida de visión por las cataratas o la degeneración macular relacionada con la edad. Recuerda que la luz y el calor debilitan la vitamina C.

Su alto contenido de potasio ayuda a que los vasos sanguíneos se relajen, manteniendo la presión arterial adecuada.

Además de estos beneficios, las mandarinas pueden ser muy buenas para la piel gracias a la vitamina A que promueve la regeneración celular, frenando los signos del envejecimiento de la piel, como bolsas o arrugas.