El moguereño Rafael Redondo Guillen publica su tercer libro, ‘Moguer: canciones,  poemas y olvidos, una obra editada por la editorial almeriense Letrame, la cual recoge numerosas vivencias, experiencias y pensamientos que se han producido a lo largo de la vida del autor. El acto de presentación será mañana, 29 de octubre, a las 17:30 horas en el Claustro del Convento de San Francisco.

Rafael Redondo Guillen nació en Moguer en el año 1942. Diplomado en Relaciones Laborales por la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, ha desarrollado toda su vida profesional en la Refinería de La Rábida, donde durante cuatro décadas fue jefe de personal. En su trayectoria como autor, el moguereño cuenta con 3 títulos publicados: ‘Viento y Pensamiento’, publicado en el año 2008,  ‘Poemas de Cristal’, publicado en el año 2010 y ‘Moguer, Poemas, Canciones y Olvidos’.

‘Moguer: canciones, poemas y olvidos’ es un poemario que invita a un homenaje a la ciudad de Moguer, sus personajes y costumbres, donde su poeta universal, Juan Ramón Jiménez, dejó honda huella tanto en mi generación como en las venideras.

El acto de presentación del libro, la cual comenzará a las 17:30 horas de mañana,  jueves día 29 de octubre, contará con la intervención del alcalde D. Gustavo Cuellar, además de la de D. Antonio Ramírez Almanza y la interpretación musical del cantautor Nicolás Capelo. La venta de ejemplares estará a cargo de la Librería “La taberna del Libro”.

SINOPSIS

Rafael Redondo Guillén, nace en Moguer (Huelva) en el seno de una familia que disponía de una tahona y en la que comenzó su vida laboral, dado que, aunque tenía inquietud máxima por saber y aprender, no se centraba en los estudios.

Su niñez y juventud se desarrolla plácidamente en el pueblo, sin más inquietud que los juegos, la caza, la Ribera y su rio, los campos y lectura de poesía, sobre todo de Francisco Garfias, García Lorca y Juan R. Jiménez.

Como las labores de panadero se hacían principalmente durante la noche, un día decidió comprarse en método de escribir a máquina, así como a dejar los trabajos en la noche, comenzando a trabajar en una industria conservera.

Tras el servicio militar y prestar servicio en varias empresas, se coloca definitivamente en la Refinería de Petróleos de La Rábida, donde desarrolló durante más de 40 años sus labores en el área de personal, compaginó los estudios de Graduado Social, y llegó a su jubilación con el cargo de jefe de dicha área