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El G7 se reunió en la ciudad japonesa de Hiroshima donde se discutió acerca de las posibilidades de desarme nuclear en el mundo, pero con escasos resultados.
No fue casual que el anfitrión, el Primer Ministro japonés Fumio Kishida, haya elegido precisamente a Hiroshima para recibir este fin de semana a los líderes de las democracias más industrializadas del mundo.
La cita se concretó en el domo del Parque Conmemorativo de La Paz, una de las pocas estructuras que quedaron en pie tras la explosión atómica de agosto de 1945.
Claramente la intención era promover una discusión acerca de la necesidad de encarar políticas de desarme nuclear en el mundo.
No obstante, la imprevista comparescencia del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, trastocó radicalmente esta agenda y todo viró hacia las cuestiones relacionadas con la guerra, y se terminó enfatizando lo que el mismo Zelenski viene promoviendo, que es la línea de contribución en armas a su país para enfrentar la invasión rusa.