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Un análisis desde mi punto de vista de los roles femeninos presentes en Desperate Housewives, basándome en mi propia lectura de la mujer costarricense
Para realizar este análisis crítico de la serie televisiva “Desperate Housewives”, es importante devolvernos en el tiempo para comprender el desarrollo de la visión social de rol femenino en la sociedad patriarcalista en la que vivimos. Bien es sabido por estudios sociológicos y antropológicos que sociedades como la egipcia, la griega, la romana, entre otras, a pesar de tener figuras femeninas como Atenea, Afrodita y Osiris entre sus creencias religiosas, estaban regidas en su mayoría por hombres. Se ha dicho que por la fuerza física que define al cuerpo masculino y por ende la capacidad de este de estar en mejor contacto con la naturaleza. Adelantándonos más en el tiempo, antecedentes como estos en el que el hombre es el ser supremo y el que toma las decisiones del pueblo, podemos ver como ya en la Europa de la Edad Media, el poderío masculino toma mayor fuerza (tanta que se repite hasta nuestros días) ya que con la aparición del concepto de acumulación de riqueza el hombre debe asegurarse de mantenerla. Y aquí es cuando se desarrolla también un clímax importante en la historia de la sexualidad del ser humano ya que el rol sexual y social femenino queda supeditado a esa acumulación de material que permite que el hombre se mantenga en una posición social equis y a la mujer a aceptar su triada de madre, esposa y asexual. Mujer madre que deberá cuidar los hijos que significan para el hombre la herencia de sangre que se traduce en el apellido, mujer esposa que se encargará de tener y cuidar a la estirpe, mujer asexual que en primera instancia deberá serle fiel a su marido para no ensuciar su linaje y que en segundo lugar deberá responder con candor, prestancia y velocidad a las solo a las necesidades sexuales del mismo sin importar que ella sienta o no deseo. Esta tríada que, insisto, se mantiene hasta nuestros días en la sociedad costarricense, y se podría decir que la sociedad occidental, pesa mucho sobre el inconsciente colectivo, que es el responsable de crear y mantener las visiones erradas que giran en torno a la mujer.
En el caso de Costa Rica particularmente debemos hacer también una regresión temporal para entender esa repetición social viciosa de la tríada femenina. La dominación musulmana a España desde el siglo VIII hasta el siglo XV impulsó el desarrollo de la navegación e introdujo a España instrumentos inventados por los chinos como la brújula, el sextante y el astrolabio, además de contribuir junto a los genoveses y los portugueses a estimular el arte con la elaboración de mapas. En esta misma época hay un auge en el comercio y una necesidad extrema por buscar nuevos rumbos mercantiles. El intercambio comercial de Europa se realizaba en su mayoría con Asia. El tránsito hacia aquella región partía de la costa del Mar Mediterráneo y continuaba por Turquía hasta Oriente. Debido al empoderamiento de los turcos de la Ciudad de Constantinopla, importante punto de las rutas comerciales, surgió la necesidad de buscar nuevos rumbos mercantiles y para evitar el paso por esa zona los navegantes siguieron las costas africanas hasta elegir el oeste a través del Atlántico. Así y por error, Cristóbal Colón se topó con el continente americano en 1942. Colón realizó cuatro viajes, el último en 1502 cunado llega al Golfo de Honduras y comenzó su recorrido por América Central. Todo este panorama naval es necesario para comprender que, a pesar de los avances que los españoles logran en la navegación, todavía no eran atravesados por el renacimiento que empezaba a desarrollar a finales del 400 e inicio del 500. Es decir, cuando muchos países estaban teniendo una nueva visión del mundo, en la que el centro de mismo no era un dios si no un ser humano, los españoles seguían en un “oscurantismo medieval”, caracterizado por una religión católica en la que el centro seguía siendo un ser etéreo. Esto pesa bastante sobre todas las regiones “conquistadas” por los españoles, porque la nueva visión de mundo que vinieron a establecer como dogma estaba atrasada. En pocas palabras, cuando muchos países de Europa estaban en un despertar del oscurantismo, España estaba dormida a oscuras, y tuvimos la suerte de ser “conquistados” por españoles atrasados y medio dormidos. Lo que explica en parte algunas características del ser costarricense, por no decir, latinoamericano. Con este despertar Europeo no quiero decir que el papel de la mujer se haya definido por completo, porque seguía igual la represión hacia la misma, pero tal vez en menor cantidad en los países que rayaban con el renacimiento que en España que el oscurantismo y la ignorancia estaban a la orden del día. Además, haber exterminado la idea matriarcal de muchas de las sociedades indígenas para darle paso a la teoría patriarcalista es uno de los acontecimientos que más sufre la visión del rol femenino en la sociedad.
Este resumen de acontecimientos históricos que a padecido Costa Rica directa o indirectamente son los que han ayudado a crear la visión machocentrica de la sociedad en la que la mujer tiene solo tres roles en los que tiene que encajar totalmente para ser una mujer plena, devota y amorosa.
Con la introducción a uno de los canales nacionales de la serie Desperate Housewives”, “Esposas Desesperadas” , nos encontramos con cinco mujeres que logran o no encajar en esos distintos roles que la sociedad patriarcal exige, y que por ende se torna en un excelente ejemplo para teorizar y concluir en esta cuestión. Este tema se puede abordar desde la acepción estadounidense de la mujer, pero para efectos de comprensión personales, pondré esta serie televisiva al servicio de la construcción de la visión femenina costarricense, ya que, aunque las visiones sean distintas, se puede poner en función una de la otra para exponer mi análisis. [1]
Nos encontramos en la serie en primer lugar con un lugar físico llamado “Wisteria Lane”, lo que podría ser acá en Costa Rica un complejo residencial de la clase más adinerada en la que cada casa tiene un aspecto bello, cuidado y formal, en la que los niños juegan con sus bicicletas nuevas en la calle y todas las familias son felices con sus atuendos caros y los carros ultimo modelo. Desde aquí ya vemos una necesidad del autor (nombre?), que dicho sea de paso, es un hombre, de presentarle al espectador ese escenario que aparenta opulencia y felicidad, pero que a la larga tiene sus altos y bajos, sus chismes y asuntos disfuncionales. También se definen claramente los personajes principales, todas mujeres entre los 30 y 45 años, bellas físicamente y con atuendos que definen sus personalidades claramente:
Bree ama de casa, compulsiva, siempre contenida con una sonrisa en el rostro, de suave tono de voz, perfección total, vestuario recatado típico de la mujer elegante y adinerada. Cabello siempre hermosamente arreglado. Aparente madre devota. Dos hijos. Su marido muere lo que la lleva a buscar al tiempo un nuevo esposo para no tener que presentarse sola ante la sociedad que le exige ser esposa devota. Este personaje representa el rol femenino de la perfección, la madre perfecta, la esposa perfecta, la cocinera perfecta, la aseadora perfecta, la dueña de la casa, la amiga atenta. Además es la más devota en lo que a religión se refiere. Además este personaje reafirma el rol de la mujer “asexual” en la que primero están las responsabilidades como esposa y madre antes que como mujer que disfruta de su sexualidad.
Susan También ama de casa. Siempre intentado ser como las demás, caerle bien a todas. A pesar de intentar ser la perfecta en todo su torpeza no se lo permite. Representa a la mujer que tiene infulas de perfección pero que siempre algo le sale mal. Madre de una hija que se revela ante la represión que ella le pone. Se esfuerza demasiado en ser siempre la mejor, pero nunca lo logra. Siempre intenta ser la mejor cocinera, pero no lo logra. Este personaje representa el rol femenino del “wanna be, quiero ser”, la mujer que no acepta su posición social, sus debilidades y que se preocupa siempre por la perfección pero que se descuida a sí misma y a sus hijos para demostrarle a los demás que puede.
Lynette Además de ser ama de casa es publicista. Es la que pone las reglas en la casa. Madre de 4, que a pesar de tener fuertes convicciones y no estar de acuerdo con esos roles de apariencia no ha sabido ponerle límites a sus hijos que son irrespetuosos y desordenados por ende la sacan de quicio cada vez que pueden, lo que nos permite ver su lado”regañón” y estresado. Presiona mucho a su esposo para que sean una familia ejemplo. Le es descubierto un cáncer lo que nos permite ver su lado luchador y fuerte.Este personaje nos permite ver de mejor manera las altas y bajas en el ánimo porque es la única que no le importa lo que piensa la sociedad de ella, de sus decisiones o de su actuar. Lynette representa el rol femenino de la mujer fuerte, luchadora, que inteligentemente soluciona.
Gabrielle: Este personaje representa uno de los estereotipos de la mujer en la sociedad costarricense: la soltera madura que se mete con todos los hombres que puede, casi ninfómana, carente de corazón, que le cuesta ligarse a un hombre sentimentalmente, caza fortunas, consumista, embustera que siempre tiene pareja masculina, pero que nunca sería infiel con los esposos de sus amigas, es decir “tiene moral hasta cierto punto”. Su buen físico le permite conseguir lo que quiere. No le cuesta lo que tiene, siempre lo consigue de otros. Este personaje viene a reafirmar el rol de la mujer fiel, devota y monógama de la edad media, porque a pesar que ella hace todo lo contrario, la serie nos presenta que cada vez que ella es infiel y por ende polígama las cosas no le salen muy bien. Además también refuta el rol de la mujer asexual que nunca disfruta de los placeres de la sexualidad. Es la antítesis de la madre devota ya que no tiene y no quiere tener hijos así como de la esposa perfecta.
Eddie: Este personaje es muy parecido a Gabrielle, porque es el ejemplo perfecto de infidelidad, deseo sexual, amoralidad, lujuria, casi sociópata ya que no le importa más que su bienestar. Ella ha estado sexualmente envuelta con los esposos de Susan y Bree así como con el novio de Gabrielle. Representa la poligamia en su máxima expresión y es tres veces más embustera que Gabrielle. Los tres personajes anteriores no se definen como amigas de Eddie por lo que se sobreentiende que este personaje es solitario y que busca por cualquier medio tener a un hombre junto a sí. Es también una caza fortunas y no tiene hijos.
En el transcurso de las cuatro temporadas que han sido transmitidas por el canal ABC estadounidense y el Sony Entertainment Television, podemos ver como estos personajes van pasando por distintas situaciones en las que se ponen a prueba los roles específicos que cada una defiende. Y lo interesante no es solo ver eso, sino como la complejidad de sus personalidades se pelea con la visión social que quieren que se tenga de sí mismas.
Este programa no es el ejemplo máximo para la sociedad y para las mujeres, pero sí nos permite ver cómo estos personajes desarrollan sus personalidades alrededor de los estereotipos que se tienen socialmente. Además, las cualidades que acertadamente se presentan en cada una son cualidades que si se unen van a crear a la mujer “socialmente perfecta” para el hombre, es decir, si unimos en una sola mujer la esposa perfecta, ama de casa perfecta (Bree) con un poco de torpeza (Susan), fuerte, luchadora (Lynette) con un cuerpo perfecto (Gabrielle) y amoral (Eddie) tenemos de resultado una mujer utópica, lo que nos hace una llamada de atención a las mujeres que no creemos en estos roles estereotipados pero que aceptamos que se mantengan y se difundan por medio de programas como estos, que lamentablemente tienen una de las mejores estructuras visuales y dramatúrgicas de la televisión. A pesar de esto debemos ser concientes de los mensajes que la transmisión de este tipo de series le llevan a la mujer costarricense, que lucha por obtener su propio espacio en la sociedad, un espacio bien remunerado en el que se tomen en cuenta sus cualidades laborales más que sí es representativa de cierto rol que la sociedad patriarcal ha apartado para ella.
Este tipo de series nos permiten darnos cuenta de que la lucha sigue, a pesar de que se ha reivindicado el papel de la mujer en la colectividad, a pesar de los antecedentes históricos de la sociedad en la que vive, pero que continuará luchando por la equidad.
[1] Además, la regresión histórica de Estados Unidos para comprender la visión que se construye de los roles femeninos le proferirá a este ensayo será un poco largo...